martes, 13 de octubre de 2009

Los infieles que buscan un trofeo



Muchas mujeres sienten que se merecen un premio luego de tres meses de ir al gimnasio y seguir a rajatabla la dieta del huevo duro. El premio es un encuentro cercano del tercer tipo con el entrenador personal, que por supuesto en este caso se llama “clase de aproximación al conocimiento muscular profundo”. O al menos eso es lo que le dices a tu marido.
Muchos hombres exitosos sienten que tienen que cobrarse en especies sus esfuerzos, porque según ellos la esposa no les compensa lo suficiente. Así es como los futbolistas famosos, los cantantes de rock y los presidentes franceses tienen hijos nuevos por doquier, dado que ellos se reproducen con la misma velocidad que sus billetes en la banca suiza. Un hombre que se siente un ganador, siente también que cuenta con un aura de impunidad que le permitirá hacer lo que le venga en gana sin consecuencias nefastas. La esposa se encarga de bajarlo a tierra y demostrarle que esto no es así.
Si tienes un hombre que se siente superior o que de golpe se hizo famoso, pégate a su lado y espántale a las seguidoras que caerán rendidas a sus pies sólo porque lo ven satisfecho consigo mismo. Un dato útil: Un hombre no necesita ser exitoso para buscar premio. Algunos sienten que lo merecen sólo por estar durmiendo la siesta esperando que tú traigas el sueldo a casa.

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